Lleva el nombre de un noble inglés llamado Lord Hugh Seymour.
La isla entera está cubierta de vegetación baja y tupida.
Igualmente, es posible encontrar numerosas fragatas y leones marinos en la isla Seymour Norte.
El penúltimo en registrar iguanas terrestres vivas en la isla Santiago en 1835 fue Charles Darwin, y el último fue Abel-Nicolas Bergasse du Petit-Thouars, en 1838.
Se espera que esta innovación abra el camino para que en el futuro las erradicaciones de especies invasoras sean más económicas en islas pequeñas y medianas.