Isidro Augusto Oviedo y Reyes

Celebro su primera misa el 15 de agosto del mismo año en el Santuario de Lourdes, Francia.

[2]​ Fue consagrado como tal el 7 de abril de 1940 por monseñor José Antonio Lezcano y Ortega, Arzobispo de Managua y sus Co-Consagradores Agustín Nicolás Tijerino y Loáisiga, obispo de León y Canuto José Reyes y Balladares, obispo de Granada.

En 1935 publico su libro de poesía “Flores del Bien” y “Nicaragua Lirica”.

Como gran dariano escribió “Rubén Darío y su Ritmo Interior” y la “Oración del Centenario”, entre otros.

[2]​ Sus restos fueron sepultados en el cementerio de la ciudad de Chinandega, que en vida el habría solicitado que lo sepultaran en la ciudad que lo vio nacer y no en la Catedral de León.