Nacido en Madrid en 1840, estudió en el Instituto de San Isidro y, aconsejado adoptó el seudónimo de Fernanflor».
También fue colaborador de La España Moderna y del semanario El Arte.
Al margen de su labor literaria y periodística, también tomó partido a favor del republicanismo y llegó a ser gobernador civil de Guipúzcoa durante tres meses en 1872.
Como narrador fue un ágil cuentista, aficionado a los temas mundanos, que trató de forma satírica y frecuentemente humorística, aunque también cultiva a veces el relato de tema trágico, sombrío e incluso truculento.
Otras obras suyas son Cartas a mi Tío (Madrid, M. Romero, 1903).