Debutó como domador a los veintiún años, en un número con varios leones, un tigre, una pantera y un leopardo.
Solía actuar vestido con túnicas y togas, como un gladiador romano.
[1] Van Amburgh logró números asombrosos con sus animales, que dejaban al público admirado.
Actuó también en Inglaterra, en el Anfiteatro Astley, donde contó con la admiración de la reina Victoria, que asistió seis veces a su espectáculo.
[3] Murió a los cincuenta y cuatro años de un ataque al corazón.