Adorado como principal deidad del Imperio incaico,[3]el origen y la expansión de su culto se relacionan con el emperador Pachacútec.
Entre las múltiples razones que hacían solicitar la ayuda divina de Inti, están: hacer nacer las cosechas y volverlas fructíferas, curar las enfermedades, dar la seguridad que requiere el ser humano, entre muchas otras.
[1] Aunque anteriormente investigadores como Gary J. Parker reconstruyeron la raíz *inti ‘sol’ para el idioma protoquechua, recientemente se ha propuesto que esta palabra no es de origen quechua sino un préstamo desde el puquina.
[7] Inti y su hermana, Mama Quilla, la diosa de la Luna, generalmente se consideraban deidades benévolas.
Su corte está servida por el Arco Iris (Kuychi o Turumanyay), Venus (Chaska Qoyllur), las Pléyades y otros.
Se pensaba que Manco Cápac, el antepasado Inca fundador, era hijo de Inti.
Sin embargo, otra leyenda identifica a Manco Cápac como el hijo de Viracocha.
[8] Los conquistadores españoles capturaron un gran disco dorado que representaba a Inti en 1571 y lo enviaron al Papa vía España.
[10] Los incas reservarían grandes cantidades de recursos naturales y humanos en todo el imperio para Inti.
Se suponía que cada provincia conquistada dedicaría un tercio de sus tierras y rebaños a Inti según lo ordenado por el Inca.
Esta representación, adornada con orejeras, un pectoral y una diadema real, se conocía como Punchaw (quechua para día, también deletreado Punchao).
[15] Hay otro aspecto del culto que no involucra a los sacerdotes, sino al pueblo Inca.
Más específicamente, la clase dominante descendía del Sol y eso conectaba a la gente con esa santidad.
Después de los nueve días, todos se irían con el permiso del Inca.
Representa al padre y a veces se le conoce como "El Señor Sol".
Esto se debe a que están asociados con los solsticios de verano e invierno, respectivamente.
Esta conexión con el Sol podría deberse a la gran importancia de la agricultura en estas sociedades, ya que sin luz solar constante, a la mayoría de los cultivos no les va bien.
El Sol tiene una clara importancia para la civilización inca, que incluso se puede ver en la arquitectura del imperio.