[3] El gobierno japonés, entonces bajo el liderazgo civil del Primer Ministro Hara Takashi, se negó a emprender tal expedición.
La tarea fue asignada al contraalmirante Katō Kanji con los acorazados Iwami y Asahi.
Los británicos también desembarcaron a 100 marines para proteger su consulado, pero los estadounidenses no tomaron ninguna medida.
Una vez que se llegó a la decisión política, el Ejército Imperial Japonés tomó el control total del Jefe de Estado Mayor Yui Mitsue y se llevó a cabo una extensa planificación de la expedición.
Después de que la coalición internacional retirara sus fuerzas, el ejército japonés se mantuvo.
Sin embargo, la oposición política impidió que el Ejército se anexara esta la región rica en recursos.
En marzo y abril de 1922, el ejército japonés rechazó las grandes ofensivas bolcheviques contra Vladivostok.
En general, Japón (al igual que Estados Unidos y otras fuerzas de la coalición internacional) se encontraba en Siberia para salvaguardar los suministros militares almacenados y rescatar a la Legión Checoslovaca.