La integridad moral puede definirse como una cualidad de la persona que la faculta para tomar decisiones sobre su comportamiento por sí misma.
El concepto es aplicable a todos individuos humanos con capacidad de decidir autónomamente.
La mayor parte de constituciones democráticas modernas recogen el derecho fundamental a la integridad moral.
[cita requerida] En el orden internacional, existen multitud de tratados y convenios que prohíben la tortura, los tratos inhumanos y degradantes.
Entre los más importantes, destacan: En el caso de la Constitución Española de 1978, este derecho se recoge en el artículo 15: Esta previsión constitucional, se traduce en la protección de este bien jurídico en el Código Penal de 1995, que se encuentra vigente en la actualidad.