La inmigración checa en Argentina comenzó antes de la Primera Guerra Mundial y se dividió en cuatro períodos.
Se establecieron sobre todo en la ciudad de Buenos Aires, el Gran La Plata, Rosario (Santa Fe) y la provincia del Chaco.
Durante las dos primeras etapas, el grupo migratorio está mayoritariamente integrado por obreros y campesinos que llegan motivados por cuestiones económicas.
[7] Existen pequeñas comunidades en ciudades como Buenos Aires, Rosario, Oberá (provincia de Misiones), Villa Carlos Paz y Mendoza.
[8] Actualmente, las principales instituciones referentes de las comunidades checa y eslovaca en Argentina son: