Medido en términos históricos, se posiciona como la cuarta corriente inmigratoria más grande que ha recibido Argentina, únicamente superada por la de los paraguayos, los españoles, y los italianos.
Luego muchos se trasladaron al Gran Buenos Aires para trabajar como obreros, albañiles, etc.[4] Algunos hasta que se desplazaron también a tierras australes como Comodoro Rivadavia, y al norte de la provincia de Chubut a causa del boom petrolero.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) boliviano ha manifestado que Argentina es el país con más votantes en el extranjero, seguida por España y Brasil.
En Bolivia, la aprobación del voto en el extranjero ocurrió en 2009; en las elecciones de ese año, se realizaron comicios en algunas ciudades argentinas.
También declaró que: «Acá vienen ciudadanos peruanos y se terminan matando por el control de la droga; acá vienen ciudadanos paraguayos y se terminan matando por el control de la droga, no tanto bolivianos».
[24] Debido al enojo de las autoridades bolivianas, el entonces presidente boliviano Evo Morales respondió a estos hechos pidiendo que «no se continúe» con las «políticas migratorias del norte» (refiriéndose a las políticas tomadas por el estadounidense Donald Trump en materia de inmigración), y reafirmando su compromiso con la patria grande.
José Alberto Gonzales, presidente del senado boliviano declaró: «hoy hemos sido contundentes, hemos mostrados unas cifras y son elocuentes, el hecho de querer estigmatizar, vincular a la colectividad boliviana por narcotráfico es una injusticia, un exceso, un atropello».
[27] Hacia diciembre de 2022, la comunidad boliviana en la Argentina sigue siendo grande, y continúan migrando ciudadanos bolivianos hacia el vecino país en busca de oportunidades laborales, aunque su llegada se ha visto levemente aminorada debido a la crisis económica que atraviesa la nación austral.
En esa línea, tanto la Asociación Folklórica Artística y Cultural San Martin (AFAC) del Barrio Charrúa como la Federación de Asociaciones Civiles Bolivianas (Facbol), ambas organizaciones pertenecientes a la colectividad, estiman que en el país austral habitan entre dos y tres millones de bolivianos hacia el año 2018.
Para 2010, esa cifra había trepado a 345.272 habitantes, teniendo en ese periodo de tiempo un incremento del 192,25%.
[33] En comparación, un flujo con números equiparables a la boliviana en 1980, como era la uruguaya, en dicho año tenía 114.108, pero su aluvión se estancó y para 2010 eran 116.592 (solo 2,18% de crecimiento).
[29] Las cifras de la migración boliviana son aún más impactantes si se tiene en cuenta que (junto con la paraguaya) ya se posiciona entre las cuatro corrientes migratorias más grandes de toda la historia argentina, habiendo logrado superar en cantidad a los franceses, quienes entre 1857 y 1940 llegaron a contabilizar unos 239.000 habitantes; en ese lapso, solo los italianos (2.970.000 inmigrantes) y españoles (2.080.000) pudieron registrar mayores números.
La suma de estos factores convierten a la Argentina en el destino más popular para los emigrantes bolivianos, con un 52,98%, seguido por España, con un 18,53%.
[34] Miles de inmigrantes bolivianos se han integrado a la vida cotidiana argentina, aportando en áreas tan diversas como la construcción, la educación, la salud, el deporte y la música.
La primera civilización agroalfarera, Tafí (200 a. C.) se ha atribuido a una migración de personas procedentes del altiplano boliviano.
[39] Durante la colonia, las relaciones entre la estructura minera establecida alrededor del cerro Potosí y el norte del actual territorio argentino, productor de tejidos y animales de carga, mantuvo una constante migración en ambos sentidos entre ambas regiones.
[41] Desde el año 2011, en Buenos Aires se organiza cada mes de octubre un desfile conocido como «La integración cultural latinoamericana».