Inmaculada Salinas (1967) es una pintora y artista visual, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, que vive y trabaja en Sevilla.
[1] Su obra combina diversas técnicas y se caracteriza por la producción de “largas series que incorporan textos o minuciosos dibujos elaborados a partir de distintos patrones que en cada obra se repiten, con la única modificación de la gama de colores que, dibujo a dibujo y hasta finalizar la serie, va avanzando, siguiendo como único criterio el orden cromático que la propia caja de lápices propone.”[2] El apropiacionismo es también un elemento fundamental en su obra, ya que con frecuencia inserta imágenes (fotografías, grabados, pinturas, etc.) procedentes de diversas colecciones que ha ido recopilando a lo largo de los años.
[2] En este sentido, Salinas ha sido definida como una espigadora de imágenes, “relatora de historias comunes y de gente sin nombre que trabaja con fotografías y textos prestados” (Vallés).
[3] Situada en la intersección entre apropiación, archivo y dibujo, su obra reivindica lo femenino, lo pequeño y fragmentado.
[4] Salinas ha expuesto de manera individual en instituciones como La Virreina Centre de la Imatge[5](Barcelona) o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo[6](Sevilla) y su obra forma parte de numerosas colecciones, entre las que se incluyen la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.