Los iniciadores eléctricos se pueden utilizar en todos aquellos casos en que se requiere aplicar una fuente de calor en un instante determinado, para iniciar un propelente o explosivo.
Ejemplo de ello son airbags, pirotecnia, y explosivos militares o comerciales.
Los iniciadores eléctricos se componen de dos partes, un elemento calefactor y un pirógeno.
El elemento calefactor, por lo general es una espira de alambre delgado, el cual se encuentra inserto en el pirógeno.
Si el pirógeno es suficientemente buen conductor eléctrico, el mismo puede funcionar también como elemento calefactor.