Savonarola fue destrozado por su propia debilidad personal al permitir que la tortura física sobrepasara su voluntad.
Infelix ego, omnium auxilio destitutus, qui coelum terramque offendi.
Ad coelum levare oculos non audeo quia ei graviter peccavi.
Infeliz yo, de toda ayuda despojado, que contra el cielo y la tierra he ofendido.
No me atrevo a levantar los ojos al Cielo, pues contra él gravemente he pecado.
No encuentro refugio en la tierra, pues para ella me convertido en un escándalo.
Para ti, entonces, oh Dios, el Compasivo, triste y doloroso vengo.
De todas sus escritos llegaron a ser los más famosos, apareciendo en 15 ediciones en Italia alrededor de 1500, y siendo traducido a muchas lenguas europeas durante el siglo XVI.
[3] Mientras Infelix ego fue traducido a italiano, francés, alemán, flamenco, y español, había más ediciones de él en inglés que en cualquier otra lengua (21), todas las ediciones aparecieron entre 1534 y 1578.
Aun así, la impresión y la traducción de este trabajo continuó en Europa.
Al principio, fue aludido en secreto, más que ser directamente puesto a música.
[5] Entre los compositores que pusieron música a Infelix ego hay que mencionar a Adrian Willaert (el primero lo hizo directamente sobre el texto), Cipriano de Rore, Nicola Vicentino, Simon Joly, Orlande de Lassus, por encargo del duque de Baviera en Múnich, Jacob Reiner y, en Inglaterra, William Byrd.