Era un delito gravísimo cometido por un militar o civil durante la ocupación nazi y sancionado con la llamada degradación nacional, dictada por los tribunales especiales que se establecieron en ese período.
La parte explicativa ilustra las razones políticas que respaldan la retroactividad de la medida.
En total, casi 55.000 personas fueron condenadas a degradación nacional como castigo principal o auxiliar, lo que la convirtió en la pena más aplicada entre 1944 y 1951.
[3] Entre los condenados se encontraban: Philippe Pétain, Pierre Laval, Charles Maurras y Louis-Ferdinand Céline .
Citando al historiador del Derecho Jean-Louis Halpérin, propuso ampliar al terrorismo la cadena perpetua revisable ya prevista para los asesinatos con violación o tortura de un menor de quince años o en una banda organizada, combinándola con una pena relativa a los derechos civiles y miembros de la familia y con exclusión del acceso a determinadas profesiones.