Esto provocó el surgimiento de sentimientos autonomistas, identitarios y en algunos casos separatistas.
Vargas fue líder del partido Confraternidad Guanacasteca que luchaba por los derechos de Guanacaste y su población.
Debido a esto llegó a ser apodado "protector de Guanacaste" y "candidato para la República Independiente de Guanascaste", lo cual levantó sospechas graves por parte del gobierno central del presidente León Cortés Castro, exacerbadas cuando el embajador de Costa Rica en Estados Unidos, Ricardo Castro Bechee advirtió a Castro que un reportaje del New York Times hacía referencia al deseo de independencia de Guanacaste.
En los años setenta y ochenta surge el grupo radical Movimiento Autónomo de Guanacaste, una organización paramilitar que buscaba la independencia de la provincia, pero que nunca llegó a realizar actividades relevantes.
[2] El más reciente momento en que el tema resurgió fue cuando el diputado guanacasteco Ronal Vargas del partido Frente Amplio mencionó en su cuenta de Twitter, a raíz del referéndum autonomista de Escocia, que le gustaría que Guanacaste también decidiera sobre volver a ser autónomo como lo hizo Escocia[3] (el tuit fue antes de que se conocieran los resultados de la consulta escocesa), lo cual generó fuertes críticas.