[2] Los helicópteros UH-60 y aviones Bell-Boeing V-22, empleados por las fuerzas especiales, recibieron fuego de armas ligeras apenas aterrizaron.
[2] Se desató un combate «mano a mano», en el que murieron alrededor de 12 yihadistas,[1] más otros 19 en los ataques aéreos que acompañaron a la operación, según el OSDH.
Abu Sayyaf pereció al enfrentarse a las fuerzas estadounidenses.
Su esposa, Umm Sayyaf, fue detenida y trasladada a un centro de detención en Irak, sospechosa de haber sido partícipe en el cautiverio de una mujer yazidí que fue liberada.
[1] Los cuerpos de trece yihadistas, junto con varios heridos, fueron trasladados más tarde al hospital de la ciudad de Mayadin.