El objetivo no fue cumplido porque el combustible de la aeronave se agotó y terminó impactando en el barrio Marco Fidel Suárez.
La aeronave era usada tanto por la fuerza aérea militarmente como por Satena de forma civil.
[1] El mecánico Armando Nieto Jaramillo, quien había pertenecido a la Fuerza Aérea y en el momento del incidente trabajaba para Satena, robó el Hawker alrededor de las 5:36.
Después de varios intentos por ubicarse, el piloto reconoció la Avenida Caracas y se guio con ella para dirigirse a la casa de sus padres.
Mientras iba descendiendo en la dirección de la casa la aeronave se quedó sin combustible y terminó impactando varias casas en el barrio Marco Fidel Suárez, matando al piloto, a Óscar Armando Romero Acosta de 17 años y a Irene Morato de Ávila de 65 años.