Incendio del Hotel Corona de Aragón

Aunque la vía judicial penal no fue capaz de encontrar los indicios suficientes para dictaminar que el incendio fue intencionado, la vía civil consideró que el desarrollo del incendio había sido acelerado por la presencia de ciertas sustancias incendiarias o explosivas, aunque sin averiguar quién habría colocado dichas sustancias.

Desde el mismo momento del incendio, y hasta la actualidad, las especulaciones sobre la naturaleza del incidente —si fue un atentado terrorista o no— o su posible autoría han sido múltiples, con atribuciones fundamentalmente a ETA, aunque también al FRAP o a grupos ultraderechistas que buscaban reventar el incipiente proceso constitucional.

También se alojaban en el hotel la viuda de Franco, Carmen Polo, que sería rescatada con heridas leves, su hija, su yerno y dos nietos.

El Tribunal descargó de responsabilidad al hotel y a las compañías de seguros, ya que —afirmó— el incendio tuvo causas "extrañas y externas".

Algunos familiares reclamaron entonces por la vía civil, por la cual un juez dictaminó en 1985 que en el incendio hubo «un elemento extraño o exógeno que bien pudo ser un pirogel de fácil composición, cómodo y disimulado transporte, rápida y discreta colocación por expertos y de accionado controlado, capaz de provocar altas temperaturas, entre los 1.000 y 1.200 grados».

[20]​ La Asociación Víctimas del Terrorismo ha sostenido desde su fundación que el incendio fue un atentado.

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