Durante su gobierno, conquistó algunos señoríos, hizo algunas obras en la capital (Cuzco) y en las pocas provincias que había.
Recibió ataques constantes de los ayarmacas y guayamarcas que logró sofocar exitosamente.
Amplió las arboledas y la producción textil, implantó los tocapus (figuras geométricas en la ropa de los nobles).
Tras su rendición, junto con su hijo Inca Urco abandonan la ciudad del Cuzco generando incertidumbre y confusiones.
Sólo quedaron en ella sus capitanes principales, Apo Mayta y Vicaquirao, junto con los hijos de su Coya.