Esta clarificación es relevante en relación con el debate sobre el uso de una tasa sobre las transacciones financieras como herramienta para desincentivar la especulación excesiva sin desincentivar cualquier otra actividad (tal y como John Maynard Keynes originalmente previó en 1936).[4][6] El economista inglés propuso la imposición de una pequeña tasa sobre las transacciones que se llevaran a cabo en Wall Street, en Estados Unidos, donde según argumentó la excesiva especulación realizada por traders financieros sin información aumentaba la volatilidad.En ese contexto, James Tobin, influido por el trabajo de Keynes, sugirió una más específica tasa sobre las transacciones de divisas destinada a estabilizar las divisas en una amplia escala global.Debe tenerse en cuenta que el objetivo declarado de una TTF puede, o no, ser logrado.En 1936, cuando Keynes propuso por primera vez una tasa sobre las transacciones financieras, escribió: "los especuladores pueden no causar el daño provocado una burbuja en la corriente continua de una empresa.Pero la situación es grave cuando la empresa convierte la burbuja en un remolino de especulación".Este aspecto se encuentra presente cuando el objetivo del impuesto es tasar al sector financiero.Según Stiglitz, la tasa "es mucho más viable hoy" que hace varias décadas, cuando Tobin se retractó.[16] La "viabilidad técnica" no es tanto una razón para implementar la tasa como una razón para que los gobiernos seleccionen este tipo de impuesto frente a otros tipos de impuesto si pretenden tasar al sector financiero.[20] En el Perú, en 2001 se han adoptado reglas de precios de transferencia internacional que son compatibles con los lineamientos que establece la OCDE para evitar exponerse a los paraísos fiscales.