Imprenta Aldina

Hizo sobre todo Aldo Manucio importantes servicios a su arte por las muchas mejoras que introdujo en la fabricación de los tipos.

Debió su propagación a Alde Manucio de la que echó mano para su edición portátil de los clásicos antiguos y modernos, en octavos siendo la primera obra que apareció, el Virgilio en 1501.

Es muy defectuosa en razón del número de letras ligadas las unas con las otras que contiene.

No era partidario ni hizo uso nunca de letras con arabescos, viñetas y otros adornos.

Sus precios eran sumamente moderados y su Ariosto en cinco volúmenes en folio no costaba más que 11 ducados.

También recibía a los mayores humanistas de la época como Pietro Bembo, Girolamo Fracastoro o Giovanni Battista Ramusio para presentar sus obras.

Copia del Virgilio Aldino de 1501