[4][5][6] Durante este periodo, las otras familias gobernantes importantes del Decán, los Hoysalas, los Seuna Yadavas de Devagiri, la dinastía kakatiya y los kalachuri meridionales, estaban sometidos a los chalukyas occidentales y únicamente lograron sacudirse la autoridad de estos cuando su poder decayó durante la segunda mitad del siglo XII.
[nota 10] La rivalidad intensa entre el reino del Decán occidental y los de la región tamil se acentuó en el siglo XI pues ambas partes deseaban dominar la fértil región entre los ríos Krishna y Godavari llamada Vengi (la costa del moderno estado de Andhra Pradesh).
Los chalukyas occidentales y la dinastía chola libraron varias duras contiendas por el control de esta zona estratégica.
[nota 11] Como esto perjudicaba a los chalukyas occidentales, estos no dudaron en intervenir política y militarmente en Vengi.
[19][nota 14][21] Continuaron las hostilidades con los cholas en las que la suerte favoreció alternativamente a las dos partes; ninguna perdió grandes territorios en la pugna por colocar un monarca títere en el trono de Vengi.
Antes del 1068, Vikramaditya VI, aún príncipe, había invadido Bengala y debilitado así el Imperio pala.
Conservó este territorio durante muchos años, a pesar los continuos intentos de los cholas por arrebatárselo.
[nota 22][36] La literatura floreció durante su reinado y estudiosos que escribían tanto en canarés como en sánscrito se congregaban en su corte.
El poeta Bilhana, que provenía de la lejana Cachemira, alabó al rey en su conocida obra Vikramankadeva Charita.
En tiempos de Jagadhekamalla II, los chalukyas perdieron Vengi y su sucesor, Tailapa III, fue derrotado por el rey kakatiya Prola en 1149.
[41] Tailapa III fue apresado y más tarde liberado, lo que afectó al prestigio de la dinastías.
Aprovechando la decadencia de los chalukyas, los hoysalas y seunas también aumentaron su territorio a costa del imperio.
Por ejemplo, se sabe que un funcionario llamado Bammanayya administraba Banavasi-12000 durante el reinado de Someshvara III y luego pasó a gestionar Halasige-12000.
[55] La principal fuente de ingresos para el imperio era la agricultura: se tributaba tanto por la tierra y como por las cosechas.
Su única amenaza era la posibilidad los bandidos robasen sus mercancías, asaltando barcos y caravanas cuando estas viajaban a tierras lejanas.
En sus vachanas (una forma de poesía), Basavanna se dirigía a las masas en canarés sencillo y escribió que «el trabajo es adoración» (Kayakave Kailasa).
Todos estos cambios religiosos tuvieron importantes repercusiones en la cultura, literatura y arquitectura de la India meridional.
[75] Esta tradición continuó durante el Imperio vijayanagara con famosas figuras como Singiraja, Mallanarya, Lakkana Dandesa y otros escritores prolíficos de obras virashaivas.
[70] El rey Vishnuvardhana construyó muchos templos después de su conversión del jainismo al vaishnavismo.
La mayoría de los brahmanes se dedicaban a labores relacionadas con la religión y el saber, aunque unos pocos destacaron en carreras militares.
[nota 37] Las escuelas y los hospitales, que aparecen mencionados en los registros, se erigían cerca de los templos.
[nota 39] El rey Tailapa II lo nombró «emperador de los poetas» (Kavi Chakravathi) se le conocen cinco obras relevantes.
Los más famosos escritores te este tipo de obras fueron Basavanna, Akka Mahadevi, Allama Prabhu, Channabasavanna y Siddharama.
La obra cuenta el ascenso de este al trono chalukya tras derrocar a su hermano mayor Someshvara II.
[99] El ilustre matemático indio Bhāskara II (nacido en torno al 1114) trabajó durante este periodo.
[103] El estudioso en sánscrito, Vijnaneshwara ganó fama en la literatura jurídica gracias a su Mitakshara, en tiempos del rey Vikramaditya VI.
[nota 45][106] El estilo artístico de los chalukyas occidentales se llama a veces «estilo Gadag», por los numerosos templos profusamente decorados que construyeron en la región entre los ríos Tungabhadra y Krishna que pertenece al moderno distrito de Gadag, en Karnataka.
Durante este periodo se produjo el florecimiento del canarés como lengua literaria y poética, proceso que prosperó en parte gracias al movimiento religioso de los virashaivas (llamado lingayatismo), que expresaba su devoción a dios mediante poemas sencillos llamados vachanas.
En las inscripciones bilingües, la parte en la que aparece el título, genealogía, origen mítico del rey correspondiente y las bendiciones se escribía generalmente en sánscrito.
[nota 50] Además de los epígrafes, se escribieron también crónicas llamadas vamshavalis, que recogían detalles históricos sobre las dinastías.