Imbunche

El invunche no tiene la facultad de hablar, limitándose a emitir sonidos guturales, ásperos y desagradables.

Durante el camino iría dando gritos que aterran a los habitantes del lugar, y con ello les anunciaría alguna próxima desgracia; en otras ocasiones lo sacan los brujos para llevarlo a otro distrito, donde se celebraría Consejo de Brujos de dos o más jurisdicciones.

El Invunche obtendría su alimento de los brujos, y solo cuando la comida escaseara, los brujos le permitirían salir de la cueva que protege, para que busque alimento.

Para transformar al niño en Invunche, los brujos primero le quebrarían una pierna, y se la torcerían sobre la espalda.

Luego le aplicarían en la espalda un ungüento mágico que haría crecer gruesos pelos, se aplastaría su cabeza con un par de tablas y torcerían su cabeza en el proceso para darle una forma alargada.