Los ilustradores tratan de dotar a la obra del máximo rigor científico, para ello deben presentar dicha información con claridad, objetividad y precisión.
Algunos campos de uso habituales son la botánica, la zoología, la medicina, la arqueológica, la microbiología, la astrofísica, etc.
Cabe aclarar que la ilustración científica no está limitada a las representación de elementos, muestras, sujetos o individuos de un campo en cuestión, sino que también se usa para representar procesos complejos, temporales o relaciones entre diferentes elementos.
Esto incluye la anatomía, explicar funciones o interacciones biológicas, procedimientos quirúrgicos directos, distinguir especies y otras aplicaciones.
El herbario ilustrado más influyente durante muchos siglos es De Materia Medica, una obra en cinco volúmenes escrita por Dioscórides.
Se enfoca en la representación del reino animal La obra Micrographia, escrita por el científico inglés Robert Hooke en 1665, fue pionera en el uso de la microscopía óptica.
Otra obra ampliamente reconocida es Anatomía de Gray, ilustrada por Henry Vandyke Carter.
Estas pueden incluir vistas explosionadas, secciones, recorridos, reconstrucciones, imágenes instructivas, diseños de componentes, diagramas, etc.