[8] El término democracia iliberal fue utilizado por el periodista Fareed Zakaria en un artículo de 1997 en la revista Foreign Affairs[9] que se cita frecuentemente.
Anteriormente, este término fue utilizado en la década de 1990 por Pierre Rosanvallon y Étienne Balibar, en el ámbito filosófico.
Argumenta que la democracia sin un liberalismo constitucional produce regímenes centralizados, erosión de la libertad, competición étnica, conflicto y guerra.
Los regímenes híbridos son sistemas políticos donde el mecanismo para determinar el acceso al poder ejecutivo combina tanto prácticas democráticas como autocráticas.
Reclamó que el objetivo del partido era crear "un estado iliberal, un estado no liberal [que] no rechaza los principios fundamentales del liberalismo tales como la libertad, y podría listar unos cuantos más, pero no hace esta ideología el elemento central de la organización del estado, sino que, en cambio, incluye un enfoque diferente, especial, nacional".
Zakaria inicialmente escribió su artículo usando el término democracia iliberal como sinónimo de seudo-autocracias, pero este término en la actualidad se suele usar para describir países que están bajando potencialmente en cuanto a democracia también.
[11][12] Más abajo se explica cómo las democracias iliberales —en este caso los regímenes autocráticos— pueden intentar demostrar falsas tendencias liberales para consolidar su régimen.
Jennifer Gandhi argumenta que muchos autócratas permiten celebrar elecciones en su forma de gobierno para estabilizar y reforzar sus regímenes.
Esto les permitió acumular riqueza ilícita y extraer recursos estatales sin que hubiese consecuencias legales.
[15] Esta investigación sugiere que, dada la función estabilizadora que proporcionan las elecciones iliberales, los estados gobernado bajo democracias iliberales pueden tener pocas perspectivas de evolucionar hacia una transición a un sistema democrático protegido por libertades constitucionales.
Los medios de comunicación están a menudo controlados por el estado y apoyan fuertemente al régimen.
[16] Las organizaciones no gubernamentales pueden tener que sufrir onerosos controles o sencillamente ser prohibidas.
Inicialmente, las potencias occidentales supusieron que la consolidación democrática ocurriría automáticamente y desestimaron otras alternativas.
En aquel tiempo, Malasia se organizó como una democracia relativamente liberal, aunque con algunas leyes sobre seguridad interna que permitían la detención sin juicio.
Consiguientemente, a pesar de que se celebran elecciones multipartido técnicamente libres e imparciales de manera regular, las realidades políticas en Singapur (incluyendo el miedo y la autococensura) hacen la participación en política desde la oposición extremadamente difícil, dejando el partido gobernante dominante como la única opción creíble en las encuestas.
Mudde y Rovira intentan establecer la idea que el aumento del populismo está socavando los valores liberales ya que el populismo en su núcleo rechaza la pluralidad y la protección de las minorías —a menudo los valores liberales evidentes.
Además, Sheri Berman apoya la idea que la democracia no incluyendo el liberalismo puede llevar a un régimen populista, en algunos aspectos algo peligroso, pero además argumenta que una situación con valores liberales sin un control democrático puede ser igual de peligrosa, ya que, argumenta mediante ejemplos históricos, esto puede llevar a un régimen oligárquico.
Berman toma una perspectiva diferente sobre la función del populismo y argumenta que es más bien el debilitamiento de las instituciones democráticas lo que ha llevado al aumento del populismo y el deterioro de democracias liberales.