El nombre Ilha das Caieiras tiene su historia íntimamente conectada a la producción artesanal cal de ostras allí instalada por el portugués José Leemos de Miranda.
Todos se referían a la isla como de las Caieiras, o sea, aquella que posee caieira o fábrica de cal.
La fábrica fue responsable por el gran número de personas que para allá se dirigió en el inicio del siglo XX.
Las ostras eran catadas, lavadas y jugadas en un gran horno.
Después de tres días de fuego, las ostras quemadas eran retiradas aún calientes y con pequeños carros, jugadas sobre uno piso liso.