Agrega Giuditta, una chica ingenua que llegó a Roma desde Sassuolo, tan enamorada del mundo del cine que se considera la nueva Anna Magnani.
[5] La ocasión parece presentarse durante una recepción en casa del productor Franzi.
Roberto, hijo de este último, se enamora de Luisa, quien rompe su anterior compromiso con Mario al verlo en actitud comprometedora con Franca; sin embargo, es Franca quien parece estar en el camino correcto para abrirse paso, como lo advierte el adinerado propietario Falcioni, que pretende dedicarse a la producción cinematográfica sobre todo para poder obtener los favores de las jóvenes actrices.
Franca, en cambio, habiéndose convertido en la amante de Falcioni, obtiene fácilmente escritos; sin embargo, en poco tiempo la niña se cansa del mundo del cine, que implica más trabajo y esfuerzo del previsto, y además no parece para nada dotada para la actuación, encontrándose incómoda incluso en su primera parte, la de una enfermera a la que solo quedan unas pocas líneas.
Al final, es Luisa, con más talento, quien consigue el papel de enfermera; Franzi está convencido de sus habilidades y está dispuesto a apoyar tanto su carrera como su compromiso con Roberto.