Sus padres fueron Juan de Urbina Escribano[1] y Francisca Ortiz de Zarate.
[1] Se esmeró en la disciplina del clero y corrigió muchos abusos de los religiosos, mejoró la Catedral de Burgos y la dotó de un nuevo órgano.
[2] Definidor y visitador general, así como calificador del Santo Oficio, fue nombrado arzobispo de Santa Fe de Bogotá, en el Nuevo Reino de Granada.
[3] Su quebrantada salud le impidió recorrer su arzobispado, por lo que designó visitadores para las zonas a las que no pudo llegar personalmente.
[4] Fue promovido al obispado de Puebla de los Ángeles y al virreinato de Nueva España el 14 de mayo de 1700, pero debido a su salud no pudo ir y renunció al obispado de Puebla en 1702.