Así mismo, Salvatierra fue también partidario y leal seguidor del famoso abogado y caudillo potosino José María Linares (quien se convertiría en Presidente de Bolivia desde 1857 hasta 1861).
Una vez que el general Hilarión Daza derrocara al presidente Tomás Frías mediante un golpe des estado, éste decidió el 28 de octubre de 1876 designar a Manuel Ignacio Salvatierra como su nuevo ministro de Hacienda e Industria.
Aunque cabe mencionar que algunas versiones señalan que Salvatierra junto a los nuevos ministros Eulogio Doria Medina y José Manuel del Carpio se vieron obligados a aceptar los cargos ministeriales porque antes Daza les había advertido que si no aceptaban los puestos pues él iba a designar como ministro a los sargentos de los batallones del Ejército de Bolivia.
[2] A pesar de no ser economista, Salvatierra logró sanear y reencaminar el Tesoro General de la Nación (TGN) con acertadas medidas económicas y reformas al entonces sistema monetario vigente.
Estuvo en dicho cargo político por alrededor de cuatro años hasta 1886.