Iglesia y Torre de los Clérigos

La nueva institución acabaría para reunir, mediante limosnas y otras donaciones, capital propio, pero carecía de una casa propia o una iglesia para sus funciones religiosas, puesto que, en la época, la institución funcionaba en la Iglesia de la Misericordia, en Oporto.Las obras empezaron a buen ritmo, pero al cabo de un tiempo quedaron paradas.En 1745, en una inspección, no fueron aprobados los cimientos de la fachada y se decidió deshacerlo para volver a hacerlo con bases más seguras.La escalinata que precede la iglesia fue iniciada el 1750 y sus obras durarían cerca de 4 años.Por las modificaciones radicales y la ampliación de qué fue objeto, en relación con el proyecto original, el altar mayor tuvo que ser totalmente reconstruido; del 1765 hasta el 1773 se procedió a la referida reconstrucción, seguida de otras pequeñas modificaciones.En el primer nivel, encontramos dos ventanas laterales con ornamentos vegetales y un gran ventanal central.Estos elementos se hacen más densos en sentido ascendente, y es el frontón en forma de zig-zag el área privilegiada.La monumentalidad del espacio interior se acentúa en el retablo de mármol (coloreado) del altar mayor, ejecutado entre 1767 y 1780 por el arquitecto Manuel dos Santos Porto, que nos introduce ya en el universo rococó.Nicolau Nasoni contribuyó durando muchos años a la construcción de la gran torre de los Clérigos sin recibir dinero a cambio, que obtuvo unos años más tarde.La torre está decorada según el gusto barroco, con esculturas de santos, llamas, cornisas muy acentuadas y balaustradas.Aunque Nasoni podría no haber conocido esta obra, la proximidad entre las dos sugiere las mismas fuentes, el clasicismo romano del siglo XVII.
Vista aérea.
Fachada de la iglesia.
Vista lateral del complejo.
Interior de la iglesia de los Clérigos.
Torre de los Clérigos.