Las Islas Malvinas era el único territorio en el continente americano donde podía instalarse legalmente un obispo inglés.
Dos años después de su consagración, Beal hizo su primera visita pastoral a Colombia, en 1939.
En 1944 el obispo Beal envió a Colombia al reverendo George F. Packard para una visita de dos semanas.
Todo estaba preparado para el agresivo plan misionero que se iniciaría ese mismo año.
A principio de los años sesenta se hizo evidente para el obispo Gooden que el ministerio debía extenderse hacia los nacionales si se quería un mayor crecimiento de la iglesia.
En aquellos momentos la membresía de la diócesis era, en un porcentaje muy alto, extranjera, hablaba en un 99 por ciento en inglés.
El primer sacerdote colombiano, Oscar Pineda Suárez, es ordenado en Guayaquil, Ecuador, por el obispo Reed, en 1964.