Actualmente en ruinas, se está desarrollando un proyecto de restauración.
El padre Bernard, un misionero católico en Camboya, fue quien solicitó que se levantara un templo.
Los obras estuvieron dirigidas por el cartógrafo francés Noël Salvarelli, encargado por las autoridades locales de construir el camino de acceso a la nueva estación del monte Bokor, donde su hijo fue bautizado una vez finalizada la iglesia.
La campana se consagró más tarde ese mismo día.
[5] En la víspera de Navidad de 2017, el gobierno de la nación invitó al vicario apostólico de Camboya, el obispo Olivier Schmitthaeusler, así como a otros representantes religiosos a devolver oficialmente la propiedad del edificio y el terreno circundante a la Iglesia católica, reconociendo el «uso vergonzoso» del lugar durante su ocupación por los Jemeres Rojos.