La proposición que tenía como objetivo estrechar vínculos entre ambos países, fue recibida con entusiasmo, especialmente por parte del intendente de Santiago, coronel Francisco Ángel Ramírez, y por el arzobispo Rafael Valentín Valdivieso.
La iglesia recibió el nombre de la Veracruz en recuerdo de la llegada del cristianismo al continente, ya que el primer altar en América fue levantado un Viernes Santo, día en que se rinde culto especial al madero santo en el que fue crucificado Jesús.
Sobre el ático que corona la fachada se levanta la espadaña, cuyo vano bíforo aloja las 2 campanas.
Bajo este arco, un vitral muestra una paloma blanca en un halo de luz, símbolo del Espíritu Santo.
El Vía Crucis a lo largo de la nave, es reproducción del que se encuentra en la iglesia prelaticia Santa María de la Paz, sede central del Opus Dei en Roma.