También es de gran calidad y belleza el revestimiento barroco que enmascara su arquitectura original.
La pintura, que conserva un vivo colorido, está aplicada sobre una base al temple y debió pintarse en taller y armarse posteriormente, ya que algunas piezas descabaladas muestran como fueron recortadas, una vez pintadas, para situarlas en su lugar.
La entrada situada a los pies está formada por un arco rebajado y moldurado que es del arte de los siglos XV o XVI.
La entrada lateral es más antigua ya que conserva una portada de tradición románica.
Al porche se accede a través de dos arcos apuntados situados en los extremos del cobertizo.