Iglesia de Santiago (Arlós)

El edificio se erige en un paraje de gran belleza, dentro de un entorno perfectamente integrado en el paisaje que no ha sufrido grandes alteraciones a lo largo del tiempo y conserva aún su medio ambiente caracterizado por su acentuado espíritu rural, manteniéndose la excelente calidad del emplazamiento, a la que se alude como una de las características del románico asturiano.

La obra mantiene una unidad formal y cronológica en la lectura de sus elementos principales, portada, arco de triunfo y ábside, si bien existen otros elementos añadidos posteriormente como la espadaña, el coro, las sacristías, etc.

Sin embargo la profesora Álvarez Martínez lo clasifica como obra arcaizante perteneciente a la decimotercera centuria, con influencia del estilo ovetense y parentesco en los detalles iconográficos representados en las iglesias de Serín (Gijón) y Valliniello (Avilés).

En ellos se describen, caballeros con halcones, pájaros afrontados, leones y abundante decoración fitomórfica, así como círculos, semicírculos y dientes de sierra, creando un espacio decorativo recargado.

En los Libros de Fábrica se recogen arreglos reformas y añadidos llevados a cabo desde inicios del siglo XVIII hasta principios del siglo XX.