Situado en un extremo del caserío, junto a la carretera de salida del pueblo hacia Villalbeto de la Peña.
De un románico tardío y rural, sufrió diversas transformaciones en épocas posteriores.
En la portada podemos ver restos románicos en forma de cabezas talladas en los arranques de los arcos de la portada, la cual cuenta con arquivoltas y ya empieza a estar ligeramente apuntada, anunciándonos la llegada del gótico.
En el interior destaca su pila bautismal románica de grandes dimensiones, adornada tan solo por un simple sogueado en la parte superior.
Conserva dos retablos salomónicos de finales del siglo XVII.