Jesús Nicanor Lotero M., mandó demoler la sencilla capilla para dar inicio a la construcción de un nuevo templo.
Por si fuera poco, la naturaleza se puso en la misma tarea, averiando seriamente sus estructuras en los sucesivos temblores de tierra que sufrido la región en esos años.
Por los motivos ya antes mencionados, el templo fue terminado en 1988, cuarenta años después de haber sido colocada la primera piedra.
Por fin, gracias al esfuerzo de los últimos párrocos, fue concluido el templo para satisfacción los feligreses betaneños.
Posee el templo hermosas imágenes tales como: el Sagrado Corazón de Jesús, san Isidro labrador, la Inmaculada, el Señor Caído entre otras.