En las reformas de los siglos XV y XVI,[5] fueron añadidas a la nave (2) original las dos naves laterales conformadas por 3 grandes arcos formeros ligeramente apuntados, rematadas por un presbiterio (3) con ábside triple de cabecera plana, el central reforzado por dos contrafuertes y la sacristía (4) situada entre el ábside mayor y el del evangelio.
El acceso al templo se efectúa por el pórtico (1) de arco de medio punto con 3 arquivoltas abocinadas, la interior polilobulada, formando un saliente en la fachada Sur con interesantes canecillos, entre los que destacan un rostro humano en el ángulo sur-occidental y un blasón con dos llaves cruzadas centrado sobre el pórtico.
Por su similitud, Antonio Herrera Casado[6] atribuye la autoría de este pórtico a un taller mudéjar que trabajó en San Bartolomé de Campisabalos.
Fue realizada en sillería caliza de hiladas regulares bien aparejadas, salvo la fachada occidental resuelta en mampostería.
Las etapas constructivas y reformas abarcan un periodo comprendido entre el siglo XII y el Barroco:[3][5][7] Se han identificado un total de 332 marcas de 35 tipos diferentes situadas en el interior y exterior del templo,[7] entre ellas 2 inscripciones y 5 relojes de sol; se distribuyen de la siguiente forma, ver Planta (7):