Es un monumento protegido e inventariado dentro del Patrimonio Arquitectónico Catalán como Bien Cultural de Interés Local.
En la segunda época corresponde la nave, con un paramento de sillares desbastados y colocados en hiladas regulares.
En el frontis, sobre la ventana abocinada y con arco de medio punto adovelado que lo corona, hay una cruz esculpida.
Hay una escala exterior para subir al campanario construida posteriormente.
El obispo Nantigis la consagró de nuevo el año 900, constituyéndola canónicamente en parroquia.