El edificio es muy popular por ser sede del culto a santa Lucía de Siracusa, cuyos restos mortales se conservan en el interior.
La primera iglesia fue construida en el siglo XI y después reconstruida en varias ocasiones.
El campanario de ladrillo (que data probablemente del siglo XII) tiene ventanas con parteluz románicas en la base.
Presenta planta de cruz griega con ábsides semicirculares en los extremos, y una airosa cúpula central.
El testero del altar muestra un fresco monocromo de Agostino Mengozzi Colonna que representa Dos Ángeles apoyándose en una esfera.