El ofrecimiento de exvotos tiene su origen en las civilizaciones egipcias y mesopotámicas.
[cita requerida] En España destacan los procedentes de excavaciones iberas del siglo III a. C., encontradas en el sur y el sureste peninsular, los exvotos iberos suelen tratarse de figuras que representan guerreros, jinetes, animales e incluso deidades, normalmente elaboradas en bronce.
Los exvotos mexicanos son pequeñas pinturas al óleo sobre láminas de metal principalmente, se destacan por sus historias sorprendentes y mágico colorido.
Los pintores de exvotos mexicanos en los siglos XIX y XX generalmente eran anónimos, ahora los más conocidos son Alfredo Vilchis y Emmanuel Espín Pineda.
[3] Posteriormente el símbolo fue tomado por el catolicismo y el exvoto pasó a ser una ofrenda dejada por los fieles que habían recibido un don o curación como ofrenda y recuerdo.