Este prelado fue compañero de campañas militares del rey aragonés Alfonso I El Batallador.
El cuerpo de campanas sufrió reformas en el siglo XIX, según aparece indicado en la inscripción del arco donde queda albergada la fachada, datado en 1867.
En 1938, en el marco de la guerra civil española, todo el mobiliario del templo fue destruido.
En el interior, las paredes se encuentran encaladas a excepción del ábside, que muestra parte de sus pinturas medievales originales.
La torre, situada sobre una capilla de la epístola, está construida en mampostería.