En ella instalaron además una imagen de la Virgen que habían traído consigo, la cual fue denominada inicialmente Virgen de San Antolín, a la que los propios zamoranos cogieron gran devoción, siendo de hecho nombrada en 1100 patrona de la ciudad.
En el siglo XVIII, por su carácter romero (cada lunes de Pentecostés es llevada en romería al vecino pueblo de La Hiniesta, una de las fiestas religiosas locales más importantes) se le añadió una concha, pasando a ser conocida desde entonces como Virgen de la Concha.
El edificio, en origen románico, conserva aún hoy en día varios canecillos en el exterior del muro meridional, pero ha sufrido numerosas transformaciones posterioriores, presentando en la actualidad planta de cruz latina con crucero de brazos asimétricos.
Su porche es mucho más actual, de 1998, conforme a proyecto de Lucas del Teso, para sustituir al antiguo y cobijar su única portada de estilo gótico.
En el frontal están representados también las figuras de San Antolín y los cuarteles del escudo de la ciudad.