Cuenta con una sola torre ubicada al lado izquierdo de la fachada principal, la cual remata en aguja y en su interior está dividido en tres naves.
Trabajaron en la construcción del templo, además de Villegas, los presbíteros Luis Eduardo Pérez, Samuel Álvarez y Antonio Hernández, a este último le correspondió la decoración.
Las actuales puertas son obra de Manuel Giraldo y Víctor Ríos por los años 1930.
La puerta central fue costeada por Ángel María López y Vicente Restrepo en ese mismo año.
En 1937 se le acondicionó para reemplazar temporalmente la iglesia que necesitó reformas como consecuencia de un incendio en la casa cural; hoy en día el área la dividieron, acondicionando locales comerciales y una buena parte consignada a otras actividades.