Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción (Cadalso)
[7] Cadalso era frecuentada por el rey Alfonso XI cuando venía a cazar a esta zona, alojándose durante sus visitas en la llamada Casa del Rey (un inmueble sito en la esquina de la Plaza con la calle del Chorro).Ciertamente, “Cadahalso” es citada en el Libro de la montería (primera mitad del siglo XIV).La iglesia cadalseña percibía también las tasas de los enterramientos que se realizaban en ella y poseía, además, algunos olivares.Según las respuestas dadas al Interrogatorio, a finales del siglo XVIII, había en Cadalso cinco capellanías, tres obras pías y una cofradía de la Santa Cruz.El templo abre sus fachadas traseras y laterales a una zona de olivares que aportan cierto aspecto bucólico al monumento.En la fachada principal destaca una espadaña, ejecutada con piezas de sillería y rematada en forma triangular, en la que se disponen tres vanos para albergar las campanas.En el tramo inferior se dispone una ventana saetera que proporciona al testero aspecto de fortaleza.En esta fachada se abre la única puerta de acceso practicable al interior del templo.Por su parte, la antigua portada sur se adorna con una sencilla arquivolta y dos estilizadas columnas en las jambas que rematan en capiteles decorados.Dan luz a esta capilla dos vanos abocinados terminados en conopios, con remate de flameros renacentistas.Precedente a la portada de los pies, hay un espacio abierto, en parte ajardinado, cuyo solado presenta interés debido a la presencia de, al menos, tres lápidas graníticas, tal vez reutilizadas.Al lado, una segunda menciona a varios personajes: “AQUI JACE/EN CADA UN AÑO/FALLECIO/ANO DE/ 1627/ ---/ --ALVARO D AZEIE/ IVAN NUÑEZ ESCRIBANO”.Los arcos asientan en prismáticos sillares de cantería, cuyos ángulos se decoran con escocias que soportan capiteles esquemáticos.El arco toral de acceso a la capilla mayor es apuntado, y es similar al dispuesto en el testero.Por el lado de la Epístola, se sitúa una sencilla puerta adintelada que da acceso a la sacristía.Dicha puerta se encuentra muy transformada debido a la elevación que sufrió en época reciente la zona del presbiterio.De izquierda a derecha, se representan: San Lucas, que aparece sedente, escribiendo y acompañado con su animal simbólico, el toro (la pieza luce un rico manto de pliegues muy marcados y muestra rostro expresivo y cierta desproporción en la mano derecha); San Juan, al que acompaña el águila simbólica, está recostado y apoyado en su brazo derecho, sujetando el libro con la izquierda; San Mateo se representa sentado, sobre un suelo de nubes, con el cuerpo violentamente girado hacia un pequeño ángel al que parece acoger con su brazo izquierdo extendido mientras sujeta un libro con la derecha; y San Marcos, también sentado, escribe en forzada posición, con el libro apoyado en la cabeza de un león, su animal simbólico, portando ropajes muy movidos y ampulosos.La custodia a la que, en la actualidad, faltan partes, se sitúa en el hueco central del cuerpo inferior.Remata el retablo mayor en ático, compuesto por un espacio central, que termina en frontón curvo sobre cuatro columnas entorchadas, que acogen una representación del Calvario: el Crucificado en el centro y la Virgen y San Juan a los lados, elevando sus cabezas, con dramático gesto, hacia Cristo.En el ático, se repite idéntica decoración, enmarcada por diversos ornatos de estilo rococó.A ambos lados de esta hornacina central se disponen dos peanas que no portan imágenes.La pieza representa a San Antonio con el Niño en su brazo izquierdo y un libro en su mano derecha.Su datación se fija en torno a la segunda mitad del siglo XVIII siendo su estilo Barroco.Por el lado del Evangelio se dispone en la capilla mayor un retablo barroco de talla y pincel.El retablo remata en ático muy elaborado, con lienzo al óleo de La Concepción con halo radiante sobre la cabeza, acompañada de ángeles revoloteando alrededor, que mueven artificiosamente su manto azul; cierra en frontón curvo.También en el muro del Evangelio encontramos un pequeño retablo en madera y repintado en tono verdoso.A ambos lados, sendos nichos acogen imágenes modernas del Resucitado y San José con el Niño.En los nichos laterales, destaca la imagen de un Niño Jesús, en madera policromada que sostiene la bola del mundo en su mano izquierda y bendiciendo con la derecha, de rostro rechoncho y sonriente; se le representa desnudo, aunque también viste túnica blanca.