Es un magnífico ejemplo de gótico báltico o gótico de ladrillo que se construyó por iniciativa del emperador del Sacro Imperio Romano Carlos IV, entre los años 1350 y 1358.
La iglesia se construyó en el gran mercado, en el lugar donde se levantaba la antigua sinagoga, que fue destruida durante el pogromo de 1349 (que siguió a un brote de peste negra).
El hijo de Carlos IV, Wenceslao fue bautizado en la iglesia en 1361, ocasión en la que se mostraron públicamente las reliquias e insignias imperiales.
La fachada es de piñón escalonado, rematada con una fina torre octogonal en el eje central.
El reloj fue instalado en la iglesia en 1506 y muestra al emperador sentado con el príncipe elector que lo rodea.