El edificio, que mira a oriente, ha sido calificado por el propio Rafael Moneo como «generoso en sus espacios y muy modesto en sus materiales».Destaca su planta en cruz quebrada y su condición no estrictamente simétrica, con la que según su autor «pretende reflejar las tensiones del mundo de hoy».Este juego de luces dibuja una gran cruz asimétrica en el techo.La planta del edificio, al modo de las grandes catedrales, tiene forma de cruz y anexo se halla un edificio en forma de L. A la izquierda de la nave principal está la sacristía y el baptisterio, y a la derecha, la Capilla de la Reconciliación y la Capilla del Sacramento en donde se encuentra una gran vidriera y el sagrario.El ventanal, que evoca a tiempos del románico, cuenta con cuatro motivos hechos con cristal: una cruz que representa la imagen de la propia iglesia, un sol y dos figuras de la luna en fases distintas.