Está localizada en Piazza del Gesù Nuovo, en pleno centro histórico de la ciudad.
La iglesia presenta una nave rectangular precedida por un vestíbulo que alberga un lienzo con forma de luneto del siglo XIV representando a la Crucifixión de Jesús.
Después de la nave se encuentra el coro de las clarisas, situado detrás del altar y que en el pasado constituía la sala capitular del monasterio.
Tras las restauraciones de todo el complejo, llevadas a cabo después de la Segunda Guerra Mundial, se abrió la entrada principal en Piazza del Gesù Nuovo, antes inexistente.
En la misma fecha, la capilla fue elevada a iglesia por el arzobispo de Nápoles Crescenzio Sepe y dedicada al Cristo Redentor, como está representado en el coro, y a San Luis de Anjou, cuyas reliquias están custodiadas por las clarisas.