Su construcción data entre los años 1552 a 1554, convirtiéndose así en la iglesia o templo católico aún en pie más antiguo de El Salvador.
En su concepto formal, funcional y tecnológico, el templo presenta características propias de la arquitectura barroca construida durante la época colonial.
En su costado Poniente tenía un campanario de adobe, el cual sufrió daños con el terremoto del año 1932 y en 1936 fue edificada otra obra hecha por Gregorio Mendoza, en la actual torre del campanario existían tres campanas, dos de ellas agrietadas por el uso, y la tercera se cayó por el deterioro.
La puerta de acceso está enmarcada por pilastras adosadas y cornisas molduradas que dividen en cuerpos la fachada.
Al costado norponiente está enterrado el presbítero Julio César Menjívar, quien fue párroco del santuario.