Parroquia matriz del Apóstol Santiago (Los Realejos)
Las obras para adecentar la fábrica serían prácticamente inmediatas, prolongándose a lo largo del siglo XVI.Pinturas, y numerosas piezas de orfebrería completaban un patrimonio que ya por aquel entonces era considerable.Contaba ya el templo con su coro de madera, su órgano y su púlpito.Así, en 1604, el mismo maestro que había fabricado la primera portada de cantería en 1570, es encargado de desmontar la que pasó a llamarse “Yglesia vieja” y levantar la nueva, aprovechando algunos materiales de la capilla mayor, pero consolidando y ampliando su única nave y abriendo capillas a ambos lados del crucero.Para fabricar las cubiertas se contó con maderas de Tigaiga, dándose mayor importancia a la capilla mayor, la cual fue concebida con una “armadura organizada en ocho faldones y cubierta de lacería, con un alargado harneruelo del que penden sendos pinjantes”.El dorado y policromía que la decoran fueron obra del maestro Andrés Gómez.En lo que a la torre respecta, esta fue realizada en 1774, siendo mayordomo Pedro González Regalado, quien sustituyó el campanario que ocupaba el mismo lugar, al lado izquierdo de la fachada.El siglo XX trajo consigo importantes modificaciones al interior del templo.Ya, en la década de los sesenta del pasado siglo XX, se procedió a añadir un nuevo cuerpo al edificio.En 1630, el beneficiado Bernabé González Llanos acomete las primeras obras en la entonces capilla de Ntra.En 1776 Don Pedro González Regalado había comprado madera con la finalidad de modificar dicho retablo.En las otras dos hornacinas laterales reciben culto una Santa Verónica que puede haber sido la Soledad que adquiriera en 1769 don Agustín García de Chaves y una Santa María Magdalena de principios del siglo XX.En 1767, la cofradía de Misericordia construyó una capilla con camarín y retablo para colocarlo.Esta se encontraba frente a la fachada principal de la parroquia y fue demolida para pasar la carretera que conduce al barrió de Icod el Alto a mediados del pasado siglo XX.El retablo fue montado en la antigua capilla del socorro y más tarde nuevamente desmontado desapareciendo definitivamente.En una intervención que realizó a esta pieza el desaparecido restaurador Antonio Oliva, éste apunta una posible autoría del escultor y pintor lagunero José Rodríguez de la Oliva.Destinado a coronar el Manifestador para el Santísimo Sacramento que a principios del XIX se manda a construir, se adquiere la imagen de un Cristo, de tamaño académico, menor del natural, obra del insigne imaginero grancanario José Luján Pérez.de Los Remedios, pieza atribuida a la gubia del imaginero canario Fernando Estévez y que vino a sustituir a la antigua imagen de Los Remedios que aparece ya citada en el inventario de 1591 y que, posteriormente recibiera culto en la hornacina central del retablo mayor.Costeado por Marcelo Fernández Vasconcelos en la segunda mitad del XVIII, está realizado en madera de barbusano en su color.En el nicho central se halla la imagen de Santa Bárbara, talla estofada y policromada que recientemente ha sido adscrita a la gubia del sevillano Pedro Duque y Cornejo.A la derecha, una pequeña imagen de San Andrés Apóstol atribuida recientemente a la mano de Juan Bautista Vázquez el Mozo y para quien instituyó fiesta María Hernández al testar en 1625.