Se la llama también iquita, ikito, amacacore o hamacore (denominación en shimigae), quiturano o quiturra (nombre dado por los yameo y otras etnias vecinas del sur).
Los iquitos dan a su lengua el nombre usado en el título de este artículo, y suelen denominarse a sí mismos paratacay.
El territorio de los iquito limita al este con el de los yagua (familia lingüística peba-yagua), y al y sudoeste con los cocama (familia tupí-guaraní).
Hacia mediados del siglo XVII, la etnia iquito era numerosa.
Una gran cantidad vivía donde hoy se ubica la ciudad de Iquitos.